El patriarcado ha roto a los hombres también

 



El patriarcado ha roto a los hombres por dentro. A unos, desconectándolos por completo de su energía femenina; a otros, distorsionando e intoxicando su energía masculina para convertirlos en fieles reproductores activos del sistema patriarcal; a otros, anulando su energía masculina a fuerza de interrumpir su desarrollo y anclarlos en una adolescencia emocional permanente. 𝗔 𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀, 𝗱𝗲𝘀𝗰𝗼𝗻𝗲𝗰𝘁𝗮́𝗻𝗱𝗼𝗹𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝗠𝗮𝘀𝗰𝘂𝗹𝗶𝗻𝗼 𝗗𝗶𝘃𝗶𝗻𝗼 𝘆 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗲𝗻𝗲𝗿𝗴í𝗮 𝗺𝗮𝘀𝗰𝘂𝗹𝗶𝗻𝗮 𝗲𝗻𝗰𝗮𝗿𝗻𝗮𝗱𝗮 𝘆 𝗺𝗮𝗻𝗶𝗳𝗲𝘀𝘁𝗮𝗱𝗮 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮 𝘀𝗮𝗻𝗮, 𝗲𝗾𝘂𝗶𝗹𝗶𝗯𝗿𝗮𝗱𝗮, 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗹𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗿𝗶𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗲𝗻𝗲𝗿𝗴í𝗮 𝗳𝗲𝗺𝗲𝗻𝗶𝗻𝗮. Si una de las dos no está, hay desequilibrio, un desequilibrio evidente. Si una de las dos está distorsionada, o las dos, no hay integración posible: 𝗵𝗮𝘆 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗮𝗻𝗮𝗿𝗹𝗮𝘀 𝗽𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗼.⁣𝗘𝗹 𝗽𝘂𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗺𝗶𝗿𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝘃𝗼𝗹𝘂𝗻𝘁𝗮𝗱 𝗱𝗲𝘀𝘁𝗿𝘂𝗰𝘁𝗼𝗿𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗽𝗮𝘁𝗿𝗶𝗮𝗿𝗰𝗮𝗱𝗼 𝗲𝘀 𝗹𝗮 𝗲𝗻𝗲𝗿𝗴í𝗮 𝗳𝗲𝗺𝗲𝗻𝗶𝗻𝗮 𝘆 𝘁𝗼𝗱𝗼 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗮́ 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗱𝗼 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹𝗹𝗮, 𝘆 𝗲𝘀𝗼 𝗶𝗻𝗰𝗹𝘂𝘆𝗲 𝗹𝗮 𝗲𝗻𝗲𝗿𝗴í𝗮 𝗺𝗮𝘀𝗰𝘂𝗹𝗶𝗻𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗮 𝗮𝗰𝗼𝗺𝗽𝗮ñ𝗮 𝘆 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗹𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮. Por eso, las mujeres han sido su objetivo número uno. Junto con ellas, los niños, de muchas maneras también, algunas de ellas inconcebibles para una mente humana. A continuación, los hombres en contacto son su femenino interior, a los que las diferentes variantes del macho alfa les han tenido también, sistemáticamente, en la lista del "con vosotros, nada; para nosotros, todo." Y, junto con las mujeres, los niños y los hombres, el Hogar de todos, la Tierra, de la que todos deberíamos ser guardianes protectores, no polarizados destructores.⁣

La raíz del patriarcado está en la desconexión del Amor y del amor. El producto del patriarcado es la reproducción ininterrumpida de esa misma desconexión, con todo lo que conlleva. Por eso, en nuestro día a día, 𝗹𝗮 𝗿𝗲𝗰𝗼𝗻𝘀𝘁𝗿𝘂𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗰𝗮𝗱𝗮 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗶𝗴𝗼 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗮 𝗽𝗮𝘀𝗮, 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗮𝗿𝗶𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲, 𝗽𝗼𝗿 𝗹𝗮 𝗿𝗲𝗰𝗼𝗻𝗲𝘅𝗶𝗼́𝗻 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗮𝗺𝗼𝗿 𝗵𝗮𝗰𝗶𝗮 𝘀í 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗮 𝘆 𝗵𝗮𝗰𝗶𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗺𝗮́𝘀. ⁣

Y, de ese amor, al Amor. 𝗧𝗼𝗱𝗼𝘀 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗶𝘁𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗿𝗲𝗰𝗼𝗿𝗿𝗲𝗿 𝗲𝘀𝗲 𝗰𝗮𝗺𝗶𝗻𝗼, 𝘆 𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗺𝗼𝘀.⁣

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