Las relaciones son la esencia de una organización

Ronald R. Short, doctor en Psicología, afirma en su libro Learning in Relationships que
Las relaciones son la esencia de una organización. Nadie puede liderar a menos que tenga un seguidor y una relación. Nadie puede ser un cliente sin un proveedor y una relación.
Según esto, las relaciones entre las personas en el seno de una organización están en el centro neurálgico de la misma. Lo que se hace dentro de una organización es inseparable de cómo se hace y de quiénes lo hacen.
Es por esto por lo que las relaciones y las interacciones son el "código genético" de las organizaciones. Lo que sucede entre las personas define lo que una organización es y aquello en lo que se puede convertir.
Tradicionalmente, el centro de atención de la vida organizacional ha sido el qué: los productos, los servicios, los resultados financieros, los programas de estudio. Al cómo se le ha prestado atención en la medida en que se tenía conciencia de que los procesos, la logística, los recursos técnicos, eran fundamentales a la hora de obtener los resultados buscados. Por último, todo lo referente al quién solía atribuirse a la política de personal y al trabajo de los departamentos de Recursos Humanos, como un departamento más, como una pieza más del sistema.

Se está expandiendo un nuevo paradigma en el que se están recolocando las piezas del sistema que toda organización es. Rosabeth Moss Kanter, profesora en la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, hablaba ya en el año 1997 de "Volver a situar a las personas en el corazón de la organización del futuro", título de un ensayo suyo recogido en la publicación de la Drucker Foundation The Organization of the Future (2002). En este nuevo paradigma, la gestión de las relaciones entre las personas y de sus emociones corresponde a todas y cada una de las personas que pertenecen a una organización, sin excepción, y son un componente fundamental, vital y estratégico de toda la actividad organizacional.
Porque lo que afecta, en cualquier sentido, a cada una de esas personas, y lo que tiene lugar entre ellas, no solo es parte de la vida de las personas afectadas, sino que es el tejido del que está hecha la vida de toda la organización. El desarrollo de las habilidades sociales y emocionales está empezando a formar parte del discurso y la vida organizacionales, pero todavía queda un largo camino por recorrer. Una de las claves para llegar a mejorar realmente la vida organizacional a partir de la mejora de las relaciones es el trabajo interno, individual, que cada persona puede llevar a cabo consigo misma o, como dice Short en el mismo libro: "aprender desde dentro", para luego aprender desde fuera, de las personas que están ahí fuera, y con ellas también. Se trata, en cierto modo, de un viaje que empieza en el centro mismo de cada persona y va avanzando hacia el exterior, como expliqué en este artículo, basado en el modelo de Goleman, Boyatzis y McKee.
Cada persona es un universo y necesita encontrar su propia forma de mirar dentro de sí, explorarse y expandirse a medida que vaya encontrando rincones suyos en los que hay pequeñas joyas todavía no vistas antes. Ese es un estupendo comienzo.

Referencias

Short, Ronald R. (1998). Learning in Relationships: Foundation for Personal and Professional Succes. Bellevue, WA: Learning in Action Technologies. 153 pp.

Hesselbein, F.; Goldsmith, M.; Beckhard, R. (2000). The Organization of the Future. Jossey-Bass Publishers, 399 pp.

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